Ciudad de México:
Nada de lo que haga o deshaga Elon Musk es normal. Es lo que tiene ser el fundador de algunas de las empresas más innovadoras, audaces y exitosas del mundo, además de liderar el ranking de mayores fortunas del planeta. con 245.000 millones de dólares.
Acostumbrado a sorprender cada vez que mueve un dedo, su más reciente anuncio ha roto la ortodoxia del mundo de los negocios.
Basta un mensaje por Twitter, ante una audiencia cautiva e inmediata de 108 millones de seguidores, para sacudir los mercados. Eso hizo a medianoche del pasado martes cuando compartió que “la compra de Twitter es un acelerador para crear X, la aplicación para todo”. Acto seguido, sus palabras se propagaron a velocidades víricas con más de 26.600 retuits y cerca de 300.000 “me gusta” con forma de corazón.
Soltada la piedra, los analistas se arremangaron para despejar la intrigante X de la frase del padre de compañías como Tesla, Space X, Neuralilnk y OpenAI. Esa “aplicación para todo” podría parecerse a la china WeChat, que empezó como red social y mensajería de texto y voz, y después creció como plataforma de videojuegos y medio de pago online, además de sus funciones de vigilancia y espionaje al servicio del Gobierno de Xi Jiping.